La web 3.0 y el turismo colaborativo, esa relación.
Si son profanos en el tema de las innovaciones informáticas y su suministro de novedades viene a través de los canales, digamos, habituales (un familiar interesado al que le gusta hablar del tema, un comercial de confianza, una noticia suelta del telediario…) puede haber oído que nos encaminamos hacia la web 3.0
–«¿Pero, Mr.Turismo, estábamos ya en la 2.0?»
Sí. A esto nos referimos, quizás no hayan podido cerciorarse de las novedades. No pasa nada, para eso está Mr.Turismo.
Lo cierto es que aunque uno tenga su punto geek, no ha sido tan fácil encontrar una explicación diáfana sobre qué es eso de la web 3.0 y cómo diablos podemos aprovecharla en el beneficio del turismo.
En primer lugar, como apunte muy rápido, diremos que la web 3.0 se refiere a la transmisión de datos sin necesidad de usar navegadores –lo hacen por medio de apps– y la unificación de lenguajes de programación para crear la «web semántica», que, trasladada a un nivel usuario, sería algo así como que las webs aprenden «lo que usted quiere decir» en lugar de limitarse a ofrecer resultados según X palabras dadas, haciendo de la navegación algo más «natural».
Claves de la web 3.0
Esta nueva brujería pivota sobre tres puntos.
1) Bases de datos grandes y unidas como el océano. Los contenidos que publicamos hoy en día pueden estar codificados con diferentes sistemas (XML, RDF…). La tecnología SPARQL permitirá trabajar con un lenguaje estandarizado. y la tecnología API unificará las búsquedas de bases de datos. La sinergia de ambas dará pie, según algunos, a la web semántica.
2)La inteligencia artificial, en camino. De acuerdo, uno echa un gustoso vistazo a Regreso al futuro II y seguro que siente que le han timado con respecto a lo que debería ser 2015. Pero aún hay espacio para los saltos tecnológicos. La inteligencia artificial aplicada a la red discriminará mejor los resultados que necesitamos y buscará imitar la lógica humana. Los resultados se ofrecerán según un estudio de nuestros hábitos en red y gracias a las costumbres colaborativas.
3) La web semántica y los móviles, nuevos protagonistas. Es un hecho, hay más móviles que laptops en el mundo. Y el nivel de intimidad entre un usuario y su smartphone puede ser hasta engorrosa. Así que la web 3.0 estará adaptada a nuestros terminales o no será.
–«Todo esto que me cuentas me parece muy bien, Mr.Turismo, pero a mi camping en las Cíes y a mi ¿Qué nos queréis decir con todo esto?«.
No cierren esta pestaña todavía, estimadas lectoras. No hay que irse muy lejos para saber que un cambio tecnológico cae a plomo sobre la industria turística porque ambas hablan de lo mismo en el fondo: movilidad, estar aquí hoy y mañana allí de la mejor manera posible que siempre es «como yo quiero».
El turismo 3.0 va de la mano del turismo colaborativo. Es muy probable que los avances en la web le den aún más fuerza a iniciativas como el couch surfing o a las webs en las que organizar desplazamientos colectivos en coche o conseguir un mejor precio en trenes.
Y por fuerza, queremos decir generalización y adaptación de las mayoritarias a los nuevos soportes.
La web 3.0 no va a nacer por generación espontánea, sino que vendrá a partir de los datos que ofrezca el 2.0, o sea, la presencia en redes. Es decir, en SEO, reputación y contenidos adaptados a todo tipo de soportes digitales.
Pongamos un ejemplo: una abnegada cabeza de familia quiere llevar a marido y prole a unas vacaciones porque ya toca. El modo de estancia será tradicional: habrá alojamiento en camping, hotel, apartamento o casa rural. Comerán algunas veces de restaurante. Harán actividades familiares allá donde estén y, quién sabe, hasta podrían salir una noche a ver qué tal. Buscar toda esta información podría suponer teclear unas doce veces en el buscador de tu laptop y llegar a unos 22 sitios de internet entre portales turísticos, páginas de negocios, redes sociales y blogs de fama. La web 3.0 orientada hacia el turismo aspira a dos cosas:
a) Que tecleando «quiero irme de vacaciones con mi marido y mis tres hijos a un lugar en la costa y me quiero gastar 2000 euros» la aplicación escupa un resultado completo: transporte, alojamiento, actividades, restauración… Los resultados estarán basados en datos que haya introducido durante horas de navegación.
b) Que no dependas de un buscador. Decíamos que el móvil es el dispositivo por el que pasarán nuestros minutos, así que no será tanto como meterse en tal o cual página como tener una app que, básicamente, haga el trabajo de una agencia de viajes.
Así están las cosas en la web que viene. Se nos pasa por la cabeza nuestra insistencia por las versiones responsive; la de veces que hacemos hincapié en la importancia del SEO; la necesidad de ofrecer un contenido interesante y útil (¡Ejem!).
Esta ha sido nuestra pequeña aproximación al 3.0. Lo hemos hecho con buena intención así que por favor, las pedradas con cariño en la zona de comentarios.
Muchas gracias.