Hace unos 10 años, cuando viví más o menos de cerca, mi primer plan estratégico de destino, pregunté, aunque no se lo crean, porqué el turismo gastronómico no estaba identificado en el portfolio de productos. La respuesta fue que estaba enmarcado en el turismo cultural. Cuando 10 años después, insistía en que el turismo creativo estuviese en el portfolio de producto turístico a potenciar, el mismo experto consultor me volvió a decir lo mismo: está en el turismo cultural. El tiempo, creo…, me dio la razón con el turismo gastronómico y estoy convencido que así será con el creativo.
Turismo creativo es la experiencia del viaje más allá de la meramente turística (consumir hoteles, servicios, visitar recursos…), donde exista un aprendizaje participativo relacionado con la cultura, la idiosincrasia y con alguna disciplina relacionada con la creatividad del destino que se visite. Digamos que está en el medio y bebe un poco del turismo experiencial, el turismo responsable, el turismo cultural y el turismo sostenible.
Algunos dicen que el Turismo Creativo lo inventó la aristocracia británica, el Gran Tour le llamaban, que consistía en educar a sus hijos dando un año de asueto por Europa para formarse, familiarizándose con disciplinas y culturas de otros países europeos.
En mi último viaje a EEUU allá por el 2008, tuve la oportunidad de acudir al I Congreso de Turismo Creativo de la UNESCO en Santa Fe (Nuevo México), institución que quiso promover la red de ciudades creativas. Les garantizo que cuando me dijeron que era en Santa Fe, además de no comprender mucho porqué allí, la cosa me sonaba exótica y poco más. Cuando llegué, empecé a darme cuenta de que era lo que allí se cocía.
Digamos un poco a lo bestia, que Santa Fe es un gran centro del Turismo Creativo en EEUU, además de montar un auténtico negocio entorno al encuentro cultural de 2 culturas: la India y la Hippie, haciendo de la venta de arte y artesanía un destino turístico de primer orden entorno a la creatividad plasmado en cada una de sus calles, de su arquitectura, su urbanismo, sus gentes y de su gastronomía…
En tono de broma (y no tan de broma), siempre dije que mi ciudad, Santiago de Compostela, fue pionera del turismo creativo a partir del siglo XII, cuando jóvenes y no tan jóvenes, querían conocer de cerca, la técnica artística del Maestro Mateo y su más que afamado Pórtico de la Gloria, obra cumbre de la escultura del románico europeo.
Otro ejemplo del turismo creativo fue un programa en el que tuve el honor de colaborar: Road to Paradise, programa musical (mercado inglés y norteamericano) para melómanos con conciertos exclusivos de música barroca de bastante nivel en las iglesias de la ciudad. El programa, organizado por Martin Randall Travel, venía acompañado de una estancia de 7 días para unas 250 personas que aportaron un gasto turístico de 450 mil euros, con paquetes en una media de 4500 euros por persona.
La cultura y la creatividad dan para mucho en el turismo si se saben gestionar, puede ser un gran negocio para empresas que quieran poner el foco en este tipo de productos, y destinos que quieran hacer de su cultura, un consumo de experiencias rentables tanto para el que las produce como para el que las disfruta.
En Mr Turismo ya estamos trabajando en ello. Al tiempo…
Gracias por su comentario. De qué presisan más información?. No hay problema, nos pueden escribir en info@mrturismo.com.
Un saludo.
Excelente! Quisiéramos mayor información y contactar con uds. Para intercambiar experiencias
Somo del evento cocinasyfogones.Com de la regco.co