Productos turísticos: recursos sorprendentes para destinos consolidados

Al hacer un repaso sobre las acciones que se pueden emprender para dar alicientes y atractivo a un destino turístico, nos hemos topado con un informe sobre turismo de la diputación de Sevilla que nos ha aportado un punto de vista interesante sobre el contenido de estos productos turísticos tanto privados como de gestión público privada.

Como siempre, vamos por partes.

El desarrollo de productos turísticos privados está pensado para atraer un nicho de clientes concreto a un establecimiento turístico dado, ya sea nuestro restaurante, camping a la orilla del mar o un hotel con encanto en el corazón de una ciudad con una maravillosa zona monumental. Por lo tanto, necesitamos, en primer lugar, un destino reconocible y que resulte atractivo antes de que exista el producto que vayamos a lanzar.

En segundo lugar, cualquier acción que vayamos a emprender, tiene que aportar servicios básicos (bien sea alojamiento o comida, por ejemplo) y complementarios, es decir, nuestra oferta debe incrementar la satisfacción en el visitante que lo adquiere.

Se trata de un valor intangible por lo que es difícil de calibrar su éxito, así que el trabajo de comunicación previo es fundamental. Si se explica con detalle en qué consiste la experiencia a alquilar, es más probable que nuestros clientes cumplan sus expectativas.

Al hilo de esta necesidad ofrecer lo que se espera, queremos traer algunos ejemplos sobre lo que encontramos en el mercado de estas experiencias únicas en destinos turísticos asentados.

Dreamjob Holiday: Este producto tenía que ser de Estados Unidos. Consiste en que una persona paga para disfrutar durante sus vacaciones de ese “trabajo soñado” que todavía no ha alcanzado: golfista profesional, dj de dubstep, fotógrafo de moda o bróker en Wall Street (si es que todavía queda alguien al que le apetezca dedicarse a esto último). El proceso es bastante sencillo: un cliente escoge en la app Dreamjob finder una de las setenta y cinco profesiones que ofrecen. Después la agencia pone en contacto al cliente con los mentores profesionales, o  Vocationers, dependiendo de las fechas y disponibilidad que tengan. Pasar unos días en el trabajo soñado cuesta entre cientos y miles de dólares, sin incluir alojamiento ni transporte. La genialidad de esta idea es que provee de una experiencia clarificadora y probablemente muy gratificante.

Dessert-only restaurants: Idea sencilla y atractiva. Se trata de restaurantes que solo sirven postres, eso sí, muy elaborados. Un restaurante de este tipo, el ofrece un menú de 3 platos por doce dólares, que consiste en un pequeño entrante dulce, un postre a elegir y “petit fours” para completarlo. Esta idea surgió para ofrecer un producto de calidad a un mayor número de turistas, haciendo posible cenar barato y darse un lujo en el postre.

Hoteles-canguro: Un establecimiento hotelero que atiende solo a niños de hasta 14 años. La gerencia de este hotel atiende tanto a nativos como a turistas para que puedan conocer la ciudad a su ritmo mientras sus hijos se divierten y descansan en el hotel. Las estancias son desde las tres horas hasta las tres semanas. Encontramos un hotel de este tipo en Alemania, el Kinderisel.

Hoteles pop up: un invento británico que sigue con la tendencia de las islas: introducir en lujo en ambientes que destacaban por la frugalidad. Los pop up hotels ofrecen un alojamiento de lujo en los festivales de música más conocidos del Reino Unido. La oferta es tremenda: desde elegantes tipis indios en plan fino y bivouacs bohemios a casetas de playa de color pastel y micro-cabinas de madera. Es posible alquilar sin amueblar, aunque en la versión amueblada se incluye camas, alfombras, velas y estaciones de iPod. Boutique Camping también incluye una recepción con atención al cliente las 24 horas, WC y duchas impecables, y una tienda beduina chill-out común. No estamos muy seguros de si estos hoteles van con el espíritu del festival, pero viendo las prestaciones, empieza a no importarnos.

Turismo gay: El concepto aquí consiste en ofrecer información útil para los turistas de la comunidad gay lesbiana. Encontramos como ejemplo a Pink Choice, una página web diseñada para viajeros gais. La compañía fue fundada por los propietarios de dos exitosos hostales para gais en Massachusetts, que observaron el vacío que había en portales a la hora planear sus vacaciones. Pink Choice tiene como objetivo ofrecer información fiable y honesta generada por y para viajeros gais y lesbianas.

Turismo “muy auténtico”: Uno de los fallos de concepto de la masificación del turismo es que los visitantes pueden tener la sensación de que no conectan con la gente que viven en los lugares que visitan. La inciativa Meet the Danes aporta una semana de empaparse en lo local. Uniendo a anfitriones y visitantes de la misma edad e intereses –quizás esta parte es la que más esfuerzo requiere—comienzan unas vacaciones para sumergirse en la cultura danesa tradicional. El programa incluye cena de dos platos con la bebida y algunos ofrecen hasta hospedaje. Like a Local (Como un nativo) se encarga de los turistas que buscan experiencias dentro de la gastronomía típica, hospedaje en una vivienda de la comunidad y actividades tradicionales.

Estos son algunos ejemplos de productos turísticos privados. También existe la posibilidad de lanzar productos de gestión público-privada. En este caso, se puede poner en relieve el patrimonio de una ciudad bajo una perspectiva diferente. Encontramos ejemplos en las visitas organizadas para conocer los típicos callejones de Edimburgo, o las visitas nocturnas a edificios singulares.

¿Qué opinan de estos productos turísticos? ¿Han probado alguno?

Cuenten, cuenten.